Tenía 16 años cuando empecé a familiarizarme con la SOLEDAD
La adolescencia es una etapa difícil, mucho más cuando eres una persona introvertida
Recuerdo que pasaba horas encerrada en mi cuarto
Nadie en casa daba importancia a ese pequeño detalle
Me volví una niña malhumorada. Siempre tenía el no en la boca. Me rebelaba contra todo
Cualquier cambio en mi rutina me hacía muy vulnerable
Comencé a sentir miedo. Levantarme por las mañanas se convirtió en un reto. Estaba muy asustada. No entendía qué me estaba sucediendo. La tristeza se apoderó de mí
Por otro lado, cómo iba a explicar en casa algo que ni siquiera yo entendía. Mi padre se pasaba el día trabajando y mi madre tenía que cuidar de sus cuatro hijos.
No podía compartir mi angustia con nadie. Era una situación terrible
Con el tiempo llegué a perder el control sobre mis pensamientos. No podía controlarlos. El TOC (trastorno obsesivo compulsivo) entró en mi vida sin avisar. Aquello se convirtió en el mayor de mis castigos.
Sólo una pregunta en mi cabeza
¿Me estaba volviendo LOCA?
Así empezó mi tortura. Ha sido una batalla tremendamente difícil. Veinticinco años después, sigo en tratamiento.
Dedico este relato a los niños que sufren TOC -que son muchísimos- y cualquier tipo de trastorno derivado de la ANSIEDAD
Papis, a cualquier actitud diferente a la habitual, hablad abiertamente con el peque. Los niños necesitan desahogarse al igual que los adultos, sino más
LA FORTALEZA es importantísima. Sin ella no estaría hoy aquí
WE ARE THE WORLD
(Nosotros somos el mundo)
(Nosotros somos el mundo)
Mi cronología existencial se parece mucho a la tuya.
ResponderEliminarEn mi adolescencia sufrí de soledad... etc. etc. etc.
Como me rompe la rima:
De ponerla donde no quiero,
a dejarla donde está.
Como esgrime el momento:
De decir lo que sí quiero
y el no poderla dejar.
Como se rompe la forma:
Por quererla así cuajar,
por darle al fondo un sentido,
por dejarlo en su merecido lugar,
por darle a la vida un sentido:
Como rompen las olas
la soledad del mar.